Al replicar ocho veces esta construcción de hormigón se abaratan los costos del proyecto. Eso es lo que más seduce a los dirigentes de Universidad de Chile para optar por este modelo.
Federico Valdés muestra cómo quedará el estadio que construirá Azul Azul.
Así lucirá el estadio una vez terminado. Se espera que ello ocurra a mitad de año de 2014, aproximadamente, aunque ello dependerá de algunos trámites administrativos.
El estadio no sólo se usará para partidos de fútbol -que se podrán ver mucho más cerca que en el Nacional- sino también para recitales y otros eventos.
Para aumentar la seguridad, los hinchas podrían pasar por un torniquete similar al del estadio del Twente holandés.
La propuesta que genera consenso en Azul Azul cuesta entre 20 y 25 millones de dólares -la idea es financiarlo con endeudamiento a plazo-, cabrán 35 mil personas y el público quedará al lado de la cancha.
Es la meta pendiente de Universidad de Chile. El sueño de los hinchas. Y en Azul Azul aseguran que en tres años será una realidad.
Esta semana la U dio otro paso clave. Ya está en poder de los directores del club una propuesta ingenieril (de la empresa Alfonso Pacheco Ingeniería) y arquitectónica (Iglesis Prat Arquitectos) que les llena el gusto, y "El Mercurio" tuvo acceso a ella.
"De las alternativas que hemos analizado, ésta cumple con el propósito de tener un aforo adecuado -unas 35 mil personas- de ubicar al público muy cerca de la cancha y de tener un costo que parece abordable", reconoce Federico Valdés, el presidente del club.
La U tiene recursos propios para comprar el terreno -aún no se decide dónde quedará, pero esa resolución y la adquisición se efectuarán en las próximas semanas- y la idea es financiar la construcción con endeudamiento a largo plazo.
¿Cuánto cuesta hacer este estadio? Entre 20 y 25 millones de dólares. "Usando el terreno como garantía, pediríamos un préstamo a largo plazo. Hay interesados en financiarnos esto. Bancos y compañías de seguros de vida", dijo Valdés.
El menor precio se explica porque el proyecto se basa en la construcción de ocho secciones idénticas de aposentadurías, lo que abarata los costos. Por eso no tiene contempladas graderías en las esquinas. Y deja abierta la posibilidad de construir torres a los lados (para prensa, palcos u otros fines). ¿Se puede ampliar? Sí, hacia arriba.
Los plazos se acotan. Una vez que se adquiera el terreno, los directivos estiman que tardarán cerca de un año en conseguir todos los permisos necesarios. Construir tomará un año y medio más.
En 2009, la U promedió 17 mil personas en sus partidos del torneo local. Con el nuevo estadio pretenden aumentar a mínimo 23 mil.
Un millón de dólares costará la mantención anual del estadio de la U. Hoy se paga más que eso en el arriendo del Nacional.
Habrá un muro de los hinchas y medidas de seguridad
En Azul Azul barajan varias fórmulas para financiar la obra y el uso del recinto. Una de las más innovadoras es la construcción de un muro del hincha: los fanáticos pagarán por inscribir su nombre en una gran pared de ladrillos al interior del reducto. Además, se venderán abonos por 10 años en distintos sectores del estadio, habrá palcos exclusivos, cuyo arriendo, también por una década, fluctuará entre 70 y 100 mil dólares, y se intentará que una megaempresa ponga su nombre al coliseo.
"Si en una primera instancia no está ese auspiciador, como ocurrió con el Arena Santiago, estamos dispuestos a esperar un par de años por ese sponsor ", confiesa Federico Valdés.
Cerca de un 30 por ciento de los ingresos del CDF irán al proyecto estadio, al menos por los próximos cinco años. Se concesionarán los estacionamientos, la comida y habrá tiendas (como una de Adidas).
La mantención costará US$ 1 millón al año. "Es menos de lo que hoy pagamos en arriendo de estadios", advierte Valdés.
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